¿Qué riesgos tiene el ayuno intermitente?
El ayuno intermitente, como todas sabemos está de moda y además desde los últimos tiempos no ha dejado de crecer.
El ayuno intermitente no es una dieta como tal, sino que apela más bien a una estrategia de alimentaria. Su popularidad está creciendo día a día debido a las distintas ventajas que promete, pero no es oro todo lo que reluce y esta forma de alimentarse entraña también ciertos peligros.
La pérdida de peso, reducir el colesterol, controlar la hipertensión y la diabetes entre otras, son algunas de las atributos que se le atribuyen a el ayuno intermitente. Pero viene con contraindicaciones, aunque estas no se suelen contar, debemos tenerlas en cuenta.
El ayuno intermitente consiste en establecer tiempos de ayuno en las que no se ingiere ningún tipo de comida, alternados con tiempos en las que sí se puede comer. Existen distintas modalidades, que en realidad son distintos tiempos entre ventanas de poder comer o no, siendo la más popular y habitual la ventana donde no se puede comer durante 16 horas y la ventana que si se puede comer de 8 horas.
Los riesgos del ayuno intermitente
Como ya sabemos, no todos ni todas somo iguales, y por ello esta forma de ayunar ayuda a perder peso a algunas personas, pero a otras, esta forma de comer les producen varias complicaciones.
Por lo cual antes de embarcarnos en realizar el ayuno intermitente deberíamos consultar con un especialista en alimentación Es importante para garantizar que el ayuno intermitente es adecuado para nosotros y que lo hagamos correctamente, conviene que este sea pautado y tenga un seguimiento controlado regularmente por un nutricionista, ya que si el ayuno intermitente no se hace correctamente, sus contraindicaciones son peores que sus beneficios.
Lo primero es garantizar que se ingiere la cantidad adecuada de calorías y el aporte suficiente de todos los nutrientes necesarios para que nuestro organismo funcione con normalidad. Porque es habitual ingerir poca comida, con lo que nuestro cuerpo carece del ‘combustible’ imprescindible para funcionar correctamente. Asimismo, limitar las comidas diarias conlleva el peligro de tener unos niveles bajos de ciertos nutrientes imprescindibles.
Otro error común es creer que el ayuno intermitente les da ‘carta blanca’ para comer cualquier cosa durante la franja de des-ayuno, es decir en la franja que si se puede comer, aunque no sean alimentos saludables. Y esto está muy lejos de la realidad, pues para que esta método sea efectivo y beneficioso y funcione, debe basarse desayunando comida saludable y equilibrada durante todo el tiempo que si podemos comer.
Por otro lado, no comer nada durante varias horas resulta perjudicial para personas con trastornos de la conducta alimentaria, pues propicia la ansiedad por la comida y un descontrol total en lo que luego comemos, todo esto a su vez deriva en atracones nerviosos. Por otro lado si se plantea de forma demasiado restrictiva implica poca adherencia, con dificultad para mantener esta estrategia en el tiempo y el riesgo de un posterior conocido efecto rebote.
Otros de los riesgos que pueden darse son: falta de rendimiento aeróbico, dificultad para concentrarse, cansancio, pérdida de masa muscular y pérdida mineral ósea, trastornos del sueño, mareos, fatiga, dolor de cabeza, ansiedad, depresión, malnutrición e hipoglucemias entre otros.
En consecuencia, las personas que fijas no deben realizar el ayuno intermitente ya que está desaconsejado totalmente para ellos, son las personas con un trastorno de la conducta alimentaria, deportistas de alto riesgo, mujeres embarazadas o lactantes, adolescentes, personas mayores y por supuesto para los niños.
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